Nuevos Biberones y tetinas - Natural Response

Lanzan al mercado Colombiano una nueva tecnología aplicada a la tetina de los biberones, diseñada para que sea por succión activa del bebé.

Tetinas con tecnología J-Slit

La naturalidad del flujo ayuda a facilitar la alimentación

 

 

Abertura de la tetina diseñada para brindar el flujo de leche ideal de acuerdo con la edad.

Cada bebé se alimenta de forma diferente y se desarrolla a su propio ritmo. Están diseñadas una amplia gama de flujos para que sea posible adecuar y personalizar el biberón de cada bebé. Al igual que con la leche materna, podría llevar algo de tiempo en hacerlo bien. Es completamente normal.

Características destacables

Importante señalar que están libres de Bisfenol A (BPA).

Sistema Airfree (TM)

Permite una alimentación tanto en posición vertical como horizontal, manteniendo la tetina llena de leche y sin aire. Esto reduce la cantidad de aire que se ingiere y puede ayudar a aliviar los cólicos, las regurgitaciones y los gases (flatos). Es importante resaltar que también permiten que el bebé beba en una posición mas erguida, ayudando a aliviar el reflujo.

  

El sistema AirFree™ extrae el aire de la tetina para que el bebé trague menos aire al beber. La válvula en la tetina evita la formación de vacío conforme el bebé se alimenta, para mantener un flujo ininterrumpido.

El diseño anti goteo al requerir succión activa, evita derrames y la pérdida de leche. Otra ventaja de éstos biberones es que solo constan de 4 partes, lo que lo hace intuitivo y fácil de usar desde el primer momento de uso y son el biberón, la válvula Airfree, la tetina y el collarín. Son por lo tanto muy fáciles de limpiar.

  

Los biberones Natural Response permiten que la leche fluya solo cuando el bebé succionas activamente, para que pueda succionar, tragar y respirar al mismo tiempo. Cuando el bebe se detiene a tragar y respirar, el flujo de leche también se detiene. Esto significa que la tetina se adapta al ritmo de alimentación natural del bebé, facilitando la combinación de lactancia mixta (materna y formula con biberón), o si solo recibe fórmula infantil en biberón.

Los biberones tradicionales entregan la leche, con un flujo de salida libre y continuo, independiente del ritmo o las necesidades del bebé o del patrón único de succión de cada uno de ellos. Es una alimentación mas pasiva y al no poder regular o pausar el flujo de la leche puede contribuir a efectos negativos, como patrones forzados de succión, deglución y respiración que resultan en ocasiones en sobrealimentación.

Enganche natural con tetina en forma de seno materno

                               

La tetina ancha, suave y flexible esta diseñada para imitar la forma y textura del pecho, facilitando el acople de la boca con la tetina y los pétalos de la base son suaves y simulan la textura de la areola.


Referencia: J Hum Lact. 2016 May;32(2):201-11; quiz 393-5

Vanessa S. Sakalidis et al.

Dinámica de chupar, tragar y respirar en bebés amamantados

El bebé a término coordina los patrones de succión, deglución, respiración (sucking, swallowing, breathing: SSwB) y cardiorrespiratorios; y estos patrones cambian con la maduración durante la lactancia.

Succión
La succión del bebé requiere una interacción compleja y coordinación de la mandíbula, el hueso hioides, el paladar, la faringe y la lengua para coordinar la extracción de leche durante la lactancia. La función de la lengua es de gran importancia durante la succión del bebé; debe extraer la leche del pecho y llevar de forma segura el bolo de leche a la faringe para su deglución.
El mecanismo de succión y el movimiento de la lengua se da por el vacío intraoral donde el vacío (presión negativa) es el mecanismo principal de extracción de leche.
Los recién nacidos exhiben 2 tipos de patrones de succión durante la lactancia: succión nutritiva (SN), donde los índices de flujo de leche varían, y succión no nutritiva (SNN), períodos sin flujo de leche, con deglución ocasional de saliva. La succión no nutritiva se ha observado con mayor frecuencia al principio y hacia el final de la lactancia, mientras que los estallidos de succión nutritiva son más prolongados y ocurren con frecuencia al principio y a la mitad de la lactancia.
Muchas mujeres dejan de amamantar prematuramente como consecuencia de problemas de succión del bebé.

Tragar y respirar
La deglución segura es crucial para la coordinación exitosa del reflejo succión, deglución, respiración en los lactantes. El proceso de deglución mueve el bolo hacia el sistema digestivo, evitando al mismo tiempo que entre en las vías respiratorias.

La deglución consta de 3 fases: oral, faríngea y esofágica.
La fase oral durante la lactancia implica la extracción de leche del pecho y la propulsión del bolo hacia la parte posterior de la cavidad bucal. Durante cada ciclo de succión, el movimiento ascendente de la lengua ayuda a impulsar el bolo de leche debajo del paladar blando hacia la faringe.
Una vez que se ha acumulado una cantidad suficiente de leche en la faringe, se activa la deglución y comienza la fase faríngea. La elevación del hioides y el movimiento de los músculos faríngeos medio e inferior entre sí ayudan al movimiento del bolo hacia el cricofaríngeo. La respiración se detiene brevemente durante aproximadamente 0,5 segundos para permitir la deglución.
El hioides y la laringe también se elevan y se mueven hacia delante, ayudando en la apertura del cricofaríngeo y dirigiendo el bolo hacia el esófago y alejándolo de las vías respiratorias, iniciando la fase esofágica de la deglución.

La coordinación óptima de succión, deglución, respiración se ha descrito tradicionalmente mediante una proporción de aproximadamente 1 succión: 1 respiración: 1 deglución.

Para una lactancia exitosa, el bebé no sólo debe extraer la leche del pecho sino también coordinar la deglución y la respiración para permitir el transporte seguro del bolo de leche desde la cavidad bucal al sistema digestivo, manteniendo al mismo tiempo una buena estabilidad cardiovascular.

A pesar de la importancia del reflejo de chupar, tragar y respirar durante la lactancia, una gran parte de nuestro conocimiento se deriva de estudios sobre alimentación con biberón. Dadas las diferencias en la entrega de leche durante la lactancia materna y con biberón, es imperativo disponer de una visión más general del proceso de succión, deglución, respiración y extracción de leche durante la lactancia.

La coordinación del proceso de chupar, tragar y respirar es un reflejo programado de forma innata y fundamental para la capacidad del bebé de alimentarse de manera eficiente y efectiva.


Referencia: Bol. Med. Hosp. Infant. Mex. vol.68 no.4 México jul./ago. 2011

Mario Enrique Rendón Macías, Guillermo Jacobo Serrano Menese

Fisiología de la succión nutritiva en recién nacidos y lactantes

El proceso mediante el cual un recién nacido o lactante obtiene su alimento se denomina succión nutritiva (SN) y se lleva a cabo ya sea al seno materno o por medio de biberón.
La succión nutritiva está integrada por tres fases: expresión/ succión, deglución y respiración. La falta de coordinación de estas fases explica los cambios en el ritmo de la succión, así como la aparición de signos clínicos anormales, como el bajo consumo del alimento, el atragantamiento, la regurgitación, el vómito o algunas alteraciones respiratorias.

Desde el punto de vista de la fisiología de la SN aunque los lactantes muestran conductas muy homogéneas en la forma de llevar a cabo este proceso existen variaciones en relación con la forma en que se les ofrece el alimento. Por ello, la SN se considera de dos maneras: la asociada a la alimentación al seno materno (SNM) y la asociada a la alimentación por medio de un biberón (SNB).

Aspectos anatómicos involucrados en la succión nutritiva

La respiración de los neonatos es fundamentalmente nasal y está asociada a una vía respiratoria más directa de la cavidad nasal a la tráquea y a una longitud corta de las vías aéreas, lo que ayuda a tener un flujo aéreo laminar con menor resistencia a su movimiento hacia el alvéolo y viceversa.

Fisiología:
La eficacia de la succión depende de una adecuada integración y sincronización de las estructuras de los labios, mejillas, lengua y paladar para la formación del bolo y su propulsión hacia la parte posterior de la cavidad oral para su deglución. En los recién nacidos de término sanos este proceso necesita ser rítmico y continuo para asegurar una ingesta suficiente de alimento y cubrir sus demandas metabólicas. Para que esto ocurra es necesaria su coordinación con la respiración de tal forma que ésta no cese; es decir, para que el proceso se mantenga aeróbico. Todo lo anterior permitirá obtener el mayor volumen de alimento con el menor gasto energético, protegiendo las vías aéreas.

La respiración durante la succión nutritiva no se detiene. Estrictamente hablando un lactante no succiona sino que "mama". El proceso de succión nutritiva tiene un componente aeróbico.
Durante la SN los neonatos presentan estos patrones: inspirar-deglutir (pausa)-espirar [IDE], espirar-deglutir-inspirar [EDI], inspirar-deglutir-inspirar [IDI] y espirar-deglutir-espirar [EDE]. Estas secuencias o patrones son conocidos como tipo I [IDE y EDI] y tipo II [IDI o EDE]. Un tercer patrón conocido como tipo III sucede cuando hay un cese de la respiración entre dos o más degluciones; este patrón también se ha definido como con apneas por degluciones múltiples (ADM). (Figura 3.)

 

 Durante el proceso de la expresión/ succión-Deglución-Respiración (E/S-D-R) la secuencia de los diferentes componentes es 1:1:1 en la etapa neonatal; es decir, una succión por cada deglución y respiración. Sin embargo, la relación puede llegar a ser de 2 o 3:1:1 a partir de las seis semanas de vida. Estos cambios han sido explicados por un proceso de encefalización y con un control más evolutivo de la Succión Nutritiva. (Figura 3.)

Inicialmente la succión es muy intensa y frecuente, pero con el paso de los minutos su actividad cambia, siendo más intermitente y menos vigorosa. Los cambios son por modificaciones en el patrón ventilatorio durante la succión. Se ha observado una disminución del tiempo inspiratorio y una prolongación del tiempo espiratorio de la respiración del lactante. El volumen/minuto durante la succión disminuye a expensas de una caída en la frecuencia respiratoria, aunque puede conservarse el volumen tidal.

Valores cuantitativos normales en la succión nutricia

La succión nutritiva se caracteriza por ser un proceso cambiante con tres periodos aceptados: continuo, intermitente y con pausas (Figura 4).

Un niño de término al nacer muestra un patrón de expresión/ succión (E/S) caracterizado por conjuntos o racimos de 20 a 30 succiones, seguidas por pausas de 2 a 15 segundos. Los movimientos de E/S se suceden a una velocidad de una a dos por segundo, lo que se traduce en una frecuencia promedio de 55 succiones por minuto, con variaciones de entre 18 y 100. La duración de la apnea de deglución es de alrededor de 530 ms, tan breve que no interrumpe la función pulmonar.

En la fase continua o inicial los racimos duran entre 30 y 120 segundos durante tres a cinco minutos. A los diez minutos los racimos duran de 10 a 20 segundos con pausas entre cada racimo de 30 a 50 segundos, lo que se manifiesta como una succión intermitente. Después de 10 minutos de iniciada la alimentación el lactante muestra racimos de succión más espaciados y pausas que pueden durar varios minutos. En ocasiones la alimentación culmina con el sueño del niño.

Un lactante alimentado con biberón ingiere alrededor de 0.8 a 1.2 ml por succión y en un minuto ingerirá alrededor de una onza de leche. Es de esperar que durante los primeros cinco minutos se ingiera más del 30% del volumen de su requerimiento. Este volumen puede ser mayor si es amamantado debido al efecto de eyección del flujo lácteo y completará su alimentación en un máximo de 15 minutos.

Entre los factores que influyen en los cambios de la frecuencia de succión de los lactantes sanos la velocidad del flujo de la leche es el principal.

Otros factores han sido la consistencia y el sabor del líquido proporcionado ya que mientras más agradable se incrementa la succión. La alimentación con leche materna (aún aportada en biberón) parece estimular una succión nutritiva más regular en cuanto a mayor porcentaje de succiones dentro de los racimos.

El mejor indicador de una coordinación correcta entre la deglución y la respiración es la evaluación de la frecuencia respiratoria mientras el lactante es alimentado. La frecuencia suele disminuir a 30-35 respiraciones por minuto en la fase inicial o continua de la alimentación, pero incrementa a 40-50 respiraciones por minuto al continuar en la fase intermitente.

Criterios para determinar si una succión nutricia es normal o anormal

La succión nutritiva puede ser evaluada bajo dos criterios:
1.- Por la evaluación clínica de su coordinación-seguridad. Es normal si el proceso de la succión nutritiva cumple con el objetivo de transferir el alimento de la cavidad oral hacia la vía digestiva, sin causar daño a las vías respiratorias.
El común denominador de los niños con una succión anormal son los síntomas clínicos digestivos, respiratorios,
cardiacos o neurológicos durante la alimentación.
y
2. Por la evaluación de la eficacia de la succión nutritiva. Su objetivo es valorar el consumo del alimento
necesario para llenar los requerimientos metabólicos y de crecimiento del lactante. Una succión es anormal cuando el volumen consumido por el lactante es < 80% del indicado. Otro criterio de ineficacia es el consumo <30% del volumen indicado durante los primeros cinco minutos de la alimentación.

La succión nutritiva es el proceso mediante el cual el lactante obtiene los nutrientes adecuados para su crecimiento y desarrollo. Como en muchas otras funciones orgánicas complejas se necesita tanto de la integración de las diferentes estructuras anatómicas como de la coordinación en el funcionamiento de cada una de ellas para lograr la eficiencia.
Podemos definir a la succión nutritiva como normal y eficiente cuando el neonato obtiene su alimento (leche) en un proceso rítmico entre la succión, la respiración y la deglución, sin que haya señales de asfixia o de atragantamiento y con un volumen que asegure una ingesta calórica suficiente para sus demandas metabólicas.

La relación esperada es de 1:1:1 (expresión/succión: respiración: deglución) aunque suele cambiar a 2:1:1 con la maduración. El proceso fisiológico de la succión nutritiva varía en la succión al seno materno y en la alimentación con fórmulas infantiles suministradas con biberón tradicional. En general, la alimentación al seno materno permite una succión más coordinada y, por tanto, más recomendable fisiológicamente.


Referencia: Int J Pediatr. 2012; 2012: 130769
Vanessa S. Sakalidis et al.

Saturación de oxígeno y coordinación entre succión, deglución y respiración de lactantes a término durante la lactancia materna y la alimentación con tetina que libera leche únicamente con vacío.

El vacío es un factor importante en la extracción de la leche del seno, pero la compresión es el componente predominante en la extracción de leche de las tetinas del biberón tradicional. Los lactantes alimentados con biberón tradicional tienen una saturación de oxígeno, niveles de vacío y una coordinación de succión, deglución y respiración (SSwB) más bajos que los lactantes amamantados.

Cuando los lactantes se alimentan con una tetina que requiere un umbral de vacío de −29 mmHg para extraer la leche, los patrones de saturación de oxígeno, frecuencia cardíaca y succión-deglución-respiración (SSwB) son similares a los de la lactancia materna. El nivel de vacío intraoral aplicado por el lactante es importante para la extracción de la leche del seno.

El vacío favorece una extracción segura y coordinada de la leche por parte del lactante tanto durante la alimentación con pecho como con biberón y tetina de vacío. Cuando la lengua del bebé esta en aposición con el paladar, los bebés mantienen un vacío en promedio de -64 mmHg (vacío inicial), y cuando la lengua baja, la fuerza del vacío aumenta en promedio a -145 mmHg (vacío máximo) y la leche fluye hacia la cavidad intraoral. La leche se extrae mediante vacío en lugar de comprimir el pezón. 

Cuando se utiliza únicamente vacío para extraer la leche de la tetina, los bebés muestran patrones seguros y bien coordinados similares a los de la lactancia materna.

Con la tetina de vacío, los bebés pueden mantener una saturación de oxígeno y una frecuencia cardíaca similares a las de la lactancia materna, si el vacío se convierte en el componente central de la alimentación con biberón. (Grafica)

Grafica: Saturación de oxígeno y frecuencia cardíaca monitorizada para la lactancia al seno y la alimentación con la tetina de vacío.

(*) Tetina de vacío

 La tetina de vacío permite a los bebés coordinar la succión, la deglución y la respiración durante la succión nutritiva (SN) y la succión no nutritiva (SNN) de una manera comparable a la utilizada durante la lactancia materna. Evidencia reciente sugiere que el vacío intraoral en lugar de la compresión, es fundamental para garantizar una extracción segura y coordinada de la leche del biberón/seno.

Es probable que los bebés puedan controlar el flujo de leche más fácilmente con la tetina de vacío que con las tetinas tradicionales, ya que no fluye leche cuando dejan de succionar o comprimir la tetina. Las tetinas tradicionales con altos índices de flujo se asocian con una reducción de la saturación de oxígeno, alteración de la frecuencia respiratoria y bradicardia tanto en recién nacidos a término como en prematuros. La necesidad de vacío en la tetina permite que los bebés estén fisiológicamente estables de forma similar al seno.

Relación entre vacío y succión
Durante la lactancia, el bebé debe aplicar un vacío inicial para alargar y posicionar el pezón dentro de la cavidad bucal de manera que la extracción de leche y la deglución sean óptimas. El vacío cíclico aplicado debe entonces ser lo suficientemente fuerte como para expandir el pezón y puede modificarse en respuesta a cambios en el flujo de leche.

Tanto el umbral de vacío requerido para la extracción de leche como el caudal de la tetina son probablemente los factores que resultan en que el lactante aplique menos vacío durante la alimentación con el biberón. Las tasas de succión no son diferentes para la lactancia y la alimentación con la tetina de vacío.

 

Dr. Germán E. Silva Sarmiento
Especialidad - Pediatra
Sub-Especialidad - Medicina Interna Pediátrica
Director General - Pedia-gess.com
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