Comportamiento de la lactancia materna en las adolescentes

La investigación y las estrategias diseñadas únicamente como objetivo las madres adolescentes son necesarios debido a que sus tasas de lactancia materna son desproporcionadamente bajas y su transición a la maternidad a menudo es diferente a la de madres de mayor edad.

Los datos nacionales indican que el 60% de las mujeres <20 años inician la lactancia materna, en comparación con casi el 80% de las mujeres mayores de 30 años. Además, sólo el 20% de las mujeres jóvenes están todavía en período de lactancia a los 6 meses, en comparación con el 50% de las mujeres mayores.

El dolor durante la lactancia materna y las dificultades con el agarre del pezón, la fatiga, la producción de leche, y las complicaciones médicas son comúnmente reportados como obstáculos para la lactancia, como también la vergüenza relacionada con la lactancia fuera de casa y volver al trabajo o al colegio.

La intención prenatal de amamantar es un fuerte predictor de la conducta de la lactancia materna entre las madres adolescentes y no adolescentes.

Las mujeres que no fuman, con frecuencia tienen mayores tasas de inicio de la lactancia que las mujeres que lo hacen, y características psicológicas, como el aumento de la depresión y el estrés se han asociado con disminución de las probabilidades de lactancia materna.

Factores perinatales como la prematurez, el parto por cesárea, el trabajo departo y las complicaciones en el nacimiento y bajo peso al nacer pueden reducir la capacidad de la madre para iniciar y mantener la lactancia materna. El resultado de una lactancia materna no exclusiva es la de menor frecuencia de succión, que se traduce en niveles más bajos de prolactina y por consiguiente, menor producción de leche.

Las características de la pareja y de la relación también pueden influir en la conducta de lactancia en las adolescentes, ya que las adolescentes tienden a estar fuertemente influenciadas por sus pares y compañeras.

La violencia de pareja puede afectar negativamente la lactancia materna, ya que las mujeres víctimas a menudo luchan con sentimientos de vergüenza, impotencia, y de baja autoestima como resultado de experimentar la violencia de su pareja.

Las madres más jóvenes tienden a hacer malabares con las relaciones familiares y las románticas, a luchar con la autoestima y con la propia imagen, y por otro lado con reintegrarse a sus grupos de pares y en los entornos educativos.

Los motivos seleccionados con mayor frecuencia para dejar de amamantar incluyen "El bebé no le gustó/prenderse", y "Me dolió".

Las adolescentes que iniciaron la lactancia materna eran más propensas a tener la intención previa de amamantar si tienen parejas que desean que la mama amamante, haber ingerido alcohol antes del embarazo y si tuvieron complicaciones en el parto. Aunque este hallazgo inicialmente parece contrario a la intuición, creemos que las complicaciones experimentadas por las adolescentes probablemente se atribuyen con un mayor apoyo por parte del personal clínico en el hospital y por mayor estancia hospital aria, durante los cuales pueden recibir más apoyo para iniciar la lactancia. El apoyo adicional de las enfermeras puede propiciar un aumento de las probabilidades de iniciar la lactancia materna entre esta subpoblación de adolescentes, por mayor atención durante el puerperio. Los profesionales de la salud influyen en las adolescentes, positivamente en la experiencias de la lactancia materna e influyen negativamente en alimentar con fórmula a sus bebes.

Las adolescentes que tienen la intención de amamantar tienen unas 23 veces más de probabilidades de dar lactancia materna, en comparación con los participantes que no tenían la intención de amamantar.

Duración de la lactancia

La duración de la lactancia está asociada con la lactancia materna exclusiva, asistiendo a clases prenatales, a altos niveles de síntomas depresivos, y no haber experimentado violencia en la pareja.

Las adolescentes que informaron que la lactancia materna era algo difícil o muy difícil presentaron una probabilidad más baja de lactancia materna exclusiva del 75% y 87 % respectivamente, en comparación con las adolescentes que informaron que la lactancia materna no es en absoluto difícil.

La duración de la lactancia, puede ser notablemente corta, de tal sólo el 11% a los 6 meses, muy por debajo del objetivo del Healthy People 2020 de más del 60% y de las tasas nacionales del 20%. Otro factor asociado a la exclusividad de la lactancia materna fue el índice de masa corporal previo al embarazo.Las adolescentes obesas tienen una probabilidad significativamentemenor de tener lactancia materna exclusiva del 67% en comparación con las adolescentes de peso normal , independientemente de la dificultad que tengan para amamantar.

La imagen corporal puede evitar que lacten fuera de sus casas o en circunstancias en las que se sientan incómodas. Debido a que la lactancia materna requiere un máximo de 500 calorías por día en promedio, es más fácil vuelver al peso anterior del embarazo, un beneficio importante para éstas madres obesas.

La lactancia materna exclusiva puede influir en la indesiciión que las madres encuentran al creer que la suplementación con una fórmula infantil u otros alimentos complementarios es cada vez más fácil que la extraerse la leche del seno para dársela al bebe en los momentos en que ella debe estar lejos. Las adolescentes también pueden no querer extraerse la leche con el extractor y pueden sentir que es inconveniente o cada vez más difícil a medida que el bebé crece.

La dificultad para lactar es extremadamente importante para tener una lactancia materna exclusiva. Esta relación entre la mayor dificultad y probabilidades más bajas de la lactancia materna exclusiva destaca la necesidad de apoyo continuo dirigido a los adolescentes, en particular durante las primeras 6 semanas. Es entonces necesario hacer mayor hincapié en la promoción de la lactancia materna entre las madres adolescentes.

Un mayor apoyo social da probabilidades más bajas de iniciación de la lactancia materna. Las parejas y los familiares presionan a la joven madre a interrumpir la lactancia. El aumento del apoyo puede interferir con el estado de la madre como cuidador principal del niño. Una abuela muy involucrada, por ejemplo, puede tener un papel dominante en las decisiones de alimentación infantil y dar lugar a la alimentación con fórmula. Las compañeras de la joven pueden estar proporcionando apoyo social en muchos aspectos, pero no son necesariamente de apoyo de la lactancia materna y pueden animar a que se detenga.

Fuente: H. L. Sipsma et al . Breastfeeding Behavior Among Adolescents: Initiation, Duration, and Exclusivity. Journal of Adolescent Health 53 (2013) 394-400.

 

Dr, Germán E. Silva Sarmiento
Especialidad - Pediatra
Sub-Especialidad - Medicina Interna Pediátrica
Director General - Pedia-gess.com
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